El siempre espera...

El siempre espera...

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Te damos Gracias Padre!!!

Te damos gracias, Padre, por Jesucristo, tu Hijo, aquel que esperaron los profetas, aquel que Juan Bautista proclamó ya próximo, aquel que la Virgen llevó en su seno con amor de Madre, viene ahora entre nosotros para plantar en nuestro mundo vida y esperanza.
Enséñanos, Padre, a preparar sus caminos; enséñanos a reconocerlo en cada persona y en cada acontecimiento, y especialmente en los pobres, enséñanos a encontrarlo cercano a nosotros, dentro de nosotros, en la oración confiada.
A ti, Padre, levantamos nuestro corazón: transfórmanos, renuévanos, haz brillar tu rostro sobre nosotros.Danos, Padre, tu amor, a nosotros y al mundo entero.
Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro hermano que viene en medio de nosotros.
Amén.
Meditación breve¿Alguna vez se preguntaron por qué llamamos BUENA a una noche del año? Esa noche es BUENA porque en ella ha nacido Dios, porque se ha hecho "como nosotros"; porque desde entonces Dios "es uno de nosotros".
"Es noche BUENA porque, desde entonces:
- Dios tiene nombre: Jesús
- Desde aquella Noche Dios tiene hermanos: Nosotros
- Desde aquella noche Dios tiene preferencias: los pobres, los pequeñas, los sencillos, los limpios de internet, los pecadores".
"Llamamos BUENA a esa Noche porque desde entonces todo cambió de valor; nada quedó en pié; la paradoja se hizo ley y la apariencia perdió su fuerza".
"Desde aquella Noche la juventud sigue siendo energía, pero no es mito. La ancianidad no es decrepitud, sino serenidad. Desde aquella noche todos los caminos son rutas de Dios: la cárcel, el cáncer, el dolor, la soledad, la muerte. Desde aquella Noche no tienen ciudadanía los que odian, los que matan, los que oprimen, los vengativos, los orgullosos, los egoístas. Desde aquella Noche no tienen derechos unos y obligaciones otros. Todos tienen derecho a ser hijos de Dios y obligación de vivir como hijos de Dios".
"Es la Noche Buena, porque es la noche del amor que nace, del amor que llama, del amor que exige."
"La novedad de la Navidad no está en el pesebre, los animales, las pajas, los pastores, los ángeles, sino en los valores de esa pobreza, de esos pobres, de ese pesebre y en el misterio de ese Niño sobre las pajas y de esa Madre virginal".
Ese nacimiento es salvación y ese Niño es el Salvador.
¡Feliz Navidad! Es decir ¡Feliz Salvación!!


Bendición de la Mesa de NavidadAl iniciar la cena: + En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Esta noche buena nos reunimos en esta mesa para recordar y celebrar el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo.
Te damos gracias Señor, Dios Padre Omnipotente, porque por tu bondad en una noche como ésta, permitiste que tu Único Hijo se hiciera hombre para liberarnos del yugo del pecado.
Gracias, Padre Nuestro, por el cariño de predilección que nos tienes, aún sin merecerlo.
Gracias, Jesús Nuestro Señor, porque nos enseñaste a ser humildes naciendo en un pesebre cuando podías haber nacido en un palacio. Enséñanos a ser como tú, humildes y mansos de corazón.
Gracias, San José, hombre recto y justo que acogiste con generosidad al Hijo del Altísimo y que protegiste con amor y devoción a la Santa Madre de Dios.
Gracias Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, por haber dicho "Si" cuando el ángel te anunció la voluntad del Padre.
En esta Noche Santa, te pedimos Señor por nuestras necesidades:
Te pedimos por la Santa Iglesia Católica, por el Sumo Pontífice, por los Obispos, por los Sacerdotes, por los diáconos, por los misioneros, por los religiosos y por todos aquellos hermanos que han entregado su vida para predicar el Evangelio.
Te pedimos la Paz del mundo.
Te pedimos por nuestra Patria y por nuestros gobernantes, para que sepan guiar con prudencia y justicia a nuestra nación.
Te pedimos Señor por nuestra familia, por nuestros amigos, por nuestros compañeros de trabajo, por nuestros empleados.
Señor, Dios del Universo, te damos gracias por estos alimentos que por tu bondad recibimos de tus manos.
Te pedimos por los pobres del mundo que no pueden, en esta Noche Santa, cenar como nosotros cenamos.
Te pedimos por ellos, y por nosotros para que aprendamos a compartir los bienes que nos das todos los días, para que a ejemplo de Jesucristo Señor nuestro, sepamos vivir la caridad con nuestro prójimo todos los días de nuestra vida.
Bendícenos, Señor, y bendice estos alimentos.
El Rey de la Gloria Eterna nos haga partícipes de Su mesa Celestial.
Amén
Muchas Bendiciones y una Navidad llena de Optimismo...
Felicidades...
Mirada de Consuelo

domingo, 14 de diciembre de 2008

LA NAVIDAD VUELVE COMO UNA LUZ SIEMPRE NUEVA

Comenzamos con los preparativos para Navidad. Hay que pensar en regalos, festejos, reuniones…y maletas en muchos casos.
Quiero dejar un poco al lado todo lo que suponga exceso y ajetreo. Y quiero pensar qué significa para mí la Navidad e intentar crear un ambiente agradable en casa proponiendo planes para estar en familia.
Me doy cuenta que podemos disfrutar mucho con las tradiciones navideñas y es una oportunidad para reforzar relaciones familiares si lo hacemos sinceramente y con ilusión.
Supongo que es la edad pero pienso que no es necesario acabar exhaustos en un intento, algunas veces desesperado, por divertirse porque sí, porque lo manda el calendario.
Seamos o no creyentes, la Navidad debe significar estrechar lazos, aumentar la calidad en las relaciones con familiares y amigos.
El mensaje de Jesús es intemporal, sirve para todos y para siempre.
El amor entre nosotros es lo que más nos va a satisfacer.Para los cristianos es el distintivo: “En eso conocerán que sois mis discípulos”
Lo que realmente será un regalo para todos será lo que dice nuestra mirada, nuestro corazón, nuestro perdón. Será como apagamos los deseos de juicios y venganzas. Será como nos abrimos y confiamos.
Vayamos preparando conscientemente como vivir la Navidad. Creo que dedicar tiempo a pensar esto será más eficaz que ir de compras.
Somos más que un soplo que pasa volando dejando solo polvo.
“Dios se hizo hombre y plantó su tienda entre nosotros,lleno de amor y de verdad,y les dio así a los hombres el derecho de llegar a ser hijos de Dios”.(Jn.1,12-14)


Domingo de la 3ª semana de Adviento
Desbordo de gozo con el Señor Lectura del libro de Isaías 61,1-2a.10-11
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.
Sigamos en gozo esperando el nacimiento del niño Jesús y preparemos nuestros corazones...
Pensamiento
"¿Qué es la Navidad? Es la ternura del pasado, el valor del presente y la esperanza del futuro. Es el deseo más sincero de que cada taza se rebose con bendiciones ricas y eternas, y de que cada camino nos lleve a la paz"
Agnes M. Pharo

sábado, 6 de diciembre de 2008

Vigila... Preparate!!!

(Mc 1,1-8): Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Conforme está escrito en Isaías el profeta: «Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino. Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas».
Apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
Juan llevaba un vestido de piel de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre. Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero Él os bautizará con Espíritu Santo».

Hola !!!
No es lo que sabemos lo que nos hace grandes... Ni lo que decimos, lo que nos hace sabios. Solo nuestras actitudes frente a la vida y la manera de percibir este mundo es lo que nos proyecta tal cual somos: individuos sumergidos en un mar de situaciones que, como las olas, van y vienen pero nunca se detienen.
Si tienes un corazón de uva pasa o de camisa fina sin planchar, estira tu alma esta Navidad. Para lograr un corazón sin arrugas, practica la virtud de la longanimidad.
Esta virtud nos sabe más a platillo de cocina o a tacos de la esquina, que a alimento espiritual. Sin embargo, la longanimidad es un fruto del Espíritu Santo que nos ayuda a vivir con grandeza y constancia de ánimo en medio de las dificultades cotidianas. Nos invita a tener un espíritu magnánimo y bondadoso aún a pesar de las tribulaciones. Nosotros debemos suplicar constantemente a Dios: ¡danos un corazón grande para amar! Lejos del espíritu cristiano las almas mezquinas y apretadas.
Las dificultades económicas y sociales de este año seguramente han repercutido en nuestro entorno familiar, por ello la longanimidad nos ayuda a prepararnos para esta Navidad. A este respecto escribía san Pablo a los primeros cristianos: "más aún: nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia; la paciencia, virtud probada; la virtud probada, esperanza; y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado" (cf. Rm 5,5). Por ello, esta Navidad económicamente difícil, ensancha tu alma y no dejes de ayudar a alguna obra de caridad: un orfanato, un hospital, una asociación que lucha contra la discapacidad, etc.
Acrecienta también su Navidad. Eso puede hacer la diferencia.
No es suficiente agigantar tu corazón sólo en una ocasión. La constancia forma la virtud. Los gimnastas para conseguir la elasticidad de sus brazos y piernas se entrenan día tras día. Hoy un poco, mañana un poco más, hasta lograr una extraordinaria flexibilidad. Por ello empiezan desde niños. Así también los adultos debemos aprender de nuestros niños que por naturaleza son de espíritu más grande que nosotros.
Los años pasan, el ceño se frunce, nos hacemos roñosos, se arruga la piel y se arruga el corazón. Así que para evitar los desgarres y calambres espirituales necesitamos ejercicios de maleabilidad para el alma. Por ello, este Adviento incrementa la ayuda y el perdón en la familia. Márcale al hermano con quien estás peleado. Escríbele a tu padre si se encuentra lejos. No dejes de visitar al abuelo. Platica con tu hijo aunque sea un descarriado. Reconcíliate con Dios si lo has abandonado. No te sientes a comer el pavo si todavía hay alguno con quien no te hayas reconciliado.
Vigila!!! Preparate!!! Y como en la secuencia del Adviento, estemos atentos y solicitemos a nuestro Señor, que nos unga con su Espíritu Santo para recibir la unión más grande con El, por medio de nuestro amado Jesús.

En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: «Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento. Al igual que un hombre que se ausenta deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele; velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada. No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos. Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!». (Marcos 13, 33-37)
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