El siempre espera...

El siempre espera...

domingo, 30 de noviembre de 2008

Decálogo del Adviento

Primer domingo
Encendemos, Señor, esta luz, como aquél que enciende su lámparapara salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene.
En esta primera semana del Advientoqueremos levantarnos para esperarte preparados,para recibirte con alegría.
Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen. Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú nos traes la luz más clara,la paz más profunda y la alegría mas verdadera. ¡Ven, Señor Jesús. Ven, Señor Jesús!
Hoy 30 de Noviembre, hemos celebrado el primer Domingo de Adviento. Llegamos a un tiempo de preparación, para la Navidad, y en él se nos recomienda que meditemos, y eliminemos todo lo que le sobra a nuestra vidas, para que el 24 de Diciembre Jesús nazca en nuestros corazones. El Adviento nos invita a la meditación y al recogimiento gozoso, para estar preparados para recibir a ese Niño que nos visita y nos anuncia el Amor de Dios a todos los hombres.
Comienza el Adviento - Oración a Nuestra Señora del Adviento, de los Brazos Vacíos
Señora del Adviento, de los Brazos Vacíos

Señora del Adviento,Señora de los Brazos Vacíos, Señora de la preñez evidente y extenuante.
Cuánto deseamos que camines con nosotros.
Cuánto necesitamos de ti, mujer del pueblo, que viajas presurosa y alegre a servir a Isabel, a pesar de tu vientre pesado y fatigoso.
Entre las dos tejerán esperanzas y sueños.
Señora del Adviento, Señora de los Brazos Vacíos, también nosotros estamos preñadosde esperanzas y sueños.
Soñamos con que el canto de las avesno vuelva a ser turbado por el ruido de las balas.
Soñamos con nuestros niños sin temores, cantando al fruto de tu vientre ya cercano.
Soñamos con los niños hispanosdurmiendo tranquilos al arrullo de un villancico.
Soñamos que nuestros viejos mueren tranquilos y en pazmurmurando una oración.
Soñamos con que algún díapodremos volver a tener sueños y utopías y esperanzas.
Señora del Adviento, la de los Brazos Vacíos, visítanos como a tu prima.
Monta tu burrito y ven presurosa.
Nuestros corazones son pesebres huecos y fríosdonde hace falta que nazca tu Hijo.
Ven, Señora, con tus gritos de partoa calentar nuestros corazones, a seguir tejiendo esperanzas con nosotros, como lo hiciste con Isabel.
Solo así, en medio de la noche iluminada por tus brazos ahora llenos y por tus pechos que amamantan, podremos volver a soñar... podremos gritar ¡Es Navidad!




No hay comentarios: