A María Salvadora...
En el trabajo y en el esfuerzo por conocer mis defectos, me va a ayudar mucho la humilde Virgen María, que no tuvo ningún defecto ni imperfección pero, como es Madre, entiende muy bien a sus hijos y se mueve a ayudarlos, cuando los ve defectuosos, ayudarlos a corregirse de sus defectos y alcanzar la perfección cristiana. Esta es la explicación de por qué los grandes devotos de María han sido los más grandes santos de la cristiandad.
Madre de los hombres, ayúdame a llegar a la santidad.
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